Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.
Napoleón Bonaparte
Cuanto más se eleva un hombre más pequeño les parece a quienes no saben volar.
Friedrich Wilhelm Nietzsche
Después de la propia sangre, lo mejor que un hombre puede dar es una lágrima.
Alphonse de Lamartine
Las lágrimas son la sangre del alma.
San Agustín
El trabajo nos alivia el dolor.
William Shakespeare
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea para reparar el daño.
William Shakespeare